El jardín de girasoles de Tetiz: Del ”sueño de amor” al atractivo turístico

TETIZ.— El plantío de girasoles Jardín Suut K’iin Lool está en su tercera temporada de apertura, reabrió el sábado 21 de agosto.

Este lugar, como se dio a conocer en su oportunidad, se inició como un proyecto que siempre tuvo en mente el vecino Ernesto Tinal Collí junto con su esposa, Jazmín May Aké.

Ernesto Tinal expresa que nunca se imaginó que este “sueño de amor”, como él llama a este lugar, llegara hasta el día de hoy, que es su tercera reapertura.

El jardín de girasoles Suut K’iin Lool está en la calle 13, entre 32 y 34, de Tetiz. Ha atraído a visitantes nacionales e internacionales, gente de Monterrey, San Luis Potosí, Ciudad de México, así como también de Estados Unidos o Haití.

“Al principio, los extranjeros se enteraban del jardín por las redes sociales, pero ahora ya hay tours que salen para Sisal e incluyen en su itinerario una visita a este jardín, lo que me hace sentirme feliz”, expresa.

En la actualidad, el jardín de girasoles maneja 14 variedades, como el sunshine max (sol máximo), rojo, bicolor, mancha solar, blanco ligero, sonriente, la de muchos colores, la de pétalos redondos, oso de peluche, zumbido del sol, pleno sol, la orange, blanco con centro oscuro, fresca y pétalos color naranja.

Siete empleos

Ernesto Tinal dice también que gracias a que atrae a visitantes, el jardín da empleos a siete personas y ayuda también a su familia, ya que ahí mismo venden comida, refrescos, botanitas y todo ello les ayuda a tener una entradita y un poco de sustento.

A pregunta expresa, contesta que lo más difícil para iniciar este proyecto fue la falta de apoyo, dificultad por la que atraviesan muchos emprendedores que por falta de ayuda dejan sus sueños.

En su caso, dice que tuvo que hacer un préstamo arriesgando mucho, pero tenía fe de que con empeño y mucho trabajo lograría hacer su propio jardín de girasoles, como alguna vez le prometió a su esposa.

“Poco a poco, con el apoyo de la familia, vamos saliendo adelante. Cada vez de mejoramos el jardín; ahora con la pandemia (de Covid-19) pusimos un abastecedor de gel, compramos termómetros para toma de temperatura, hemos podido darles uniformes a las personas que nos ayudan y, lo principal, he podido generar empleos”, expresa orgulloso.

Ernesto Tinal que cuando la tormenta “Grace” azotó, el 19 de agosto, temió que el jardín se viniera abajo, pues había una parte con flores y otra que estaban por brotar.

Los girasoles que estaban grandes, por su peso, el viento y la lluvia, no aguantaron, se desplomaron, pero afortunadamente había otros con capullos a punto de abrir.

Con más ganas

“Esto no hizo que las ganas de sacar adelante esta temporada se cayeran; al contrario, le echamos más ganas, pues no podíamos dejar a muchas familias y personas que estaban pendientes de cuando se abriría el jardín de nuevo, y mira, aquí estamos de nuevo de pie, como girasoles, que son de todos también”.

Los girasoles los vende a los visitantes que quieran, a 25 pesos la pieza, y también hay en macetitas, las cuales duran como mes y medio; éstas están a $50.

En cuanto a si tiene otro proyecto en puerta responde que sí: ya está en proceso un cultivo de cempasúchil y virginias que espera que en octubre próximo ya estén listas para trasplantar y en noviembre, en época de finados, abran sus puertas de nuevo, pero con estas flores que son de esa temporada.

“Es un proyecto piloto, que ya empecé”, finaliza.—