Sólo cenizas quedaron de dos pequeñas casas que se quemaron en su totalidad en la colonia Dzununcán, al sur de Mérida. No se sabe qué causó el siniestro, y aunque nadie salió lesionado las pérdidas fueron totales.
El fuego empezó en casa de la señora Rosalía Alarcón, construido con tarimas de madera y láminas, y se propagó casi de inmediato a la casita de al lado, de los mismos materiales, de un señor llamado Alex por los vecinos, quien estaba ausente.
Doña Rosalía salió de la casa sin lesiones y con apoyo de sus vecinos trató inútilmente de apagar el fuego, al tiempo que otros llamaban a los bomberos.
Al llegar, estos acabaron con las llamas tras una fuerte lucha, observandonse que ambas casitas quedaron hechas cenizas y todo en su interior se perdió, incluyendo ropa, muebles, artículos electrónicos y documentos personales.
Como se mencionó antes, nadie sufrió lesiones, pero paramédicos estuvieron en la zona a la expectativa.